Forzada por las circunstancias, la
portavoz de Inditex ha respondido a un reportaje que ha emitido este
lunes la cadena pública británica BBC y que revela que varias firmas de
moda, entre ellas las británicas Marks & Spencer, Next y Asos o las
españolas Zara y Mango, cuentan en Turquía con una producción
externalizada/deslocalizada en la que se emplea a refugiados sirios, en
algunos casos menores y sin los permisos laborales pertinentes.
En el caso de Zara y Mango, los
reporteros del equipo investigador del espacio ‘Panorama’ hallaron que
la lavandería Goreteks, donde se teñían vaqueros de ambas marcas,
empleaba a refugiados sirios con turnos de 12 horas y sin la protección
personal adecuada. Evidentemente lo de que cobran una miseria o que
están sin contrato se da por supesto.
En un comunicado remitido a la BBC y a
Efe, Inditex señala que “ya había detectado la presencia de sirios en
situación irregular antes de que la BBC fuera a filmar” (sic), y que
pidió a la lavandería aplicar un plan de mejoras. Esta lavandería tiene
“hasta el próximo diciembre para introducir esos cambios” o, lo que es
lo mismo, Inditex permitirá a la subcontrata seguir explotando un par de
meses más (y sin contrato ni derechos) a estos refugiados, “o de lo
contrario podría dejar de trabajar para la compañía española” (en
condicional), explicó la portavoz.
Viendo la ausencia de ética,
responsabilidad, y el absoluto descaro que destila el comunicado, no
hace falta ser un genio de la deducción para saber qué hubiera ocurrido
si un reportaje no hubiera mostrado la lamentable situación de estas
personas que, por si no tenían suficiente con haber visto rota su vida
por una guerra, ahora tienen que lidiar con la codicia de grandes
empresarios criminales y la permisividad de sus gobiernos títeres.
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