En una carta al director de un medio de
comunicación, un lector se queja de la ‘gente de bajos recursos y nivel
social’ que tiene que soportar cuando viaja en los autobuses urbanos,
por lo que propone al alcalde que ponga algún bus con el billete más
caro, lo suficiente para que en ellos “solo vayamos los que disponemos
de más medios”.
Antes de la sorpresa final que depara la
carta, el autor pregunta: “¿Que mis argumentos son despreciables? ¿Que
ninguna administración pública será tan irresponsable como para hacerme
el juego?”. Él mismo se contesta con un sencillo paralelismo. Porque no
siempre las comparaciones son odiosas…
Fuente
El Ventano | 19/02/2017
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