Conflictos mundiales * Blog La cordura emprende la batalla


sábado, 23 de noviembre de 2013

El príncipe cobarde * Si no cumples, vas preso. Video



 

El príncipe cobarde

 


Alucinados quedáronse unos amigos franceses el pasado lunes cuando, oh là là, contemplaron en su Canal + un reportaje titulado Le crépuscule d´un roi (el crepúsculo de un rey, como resulta obvio). Aclarar que el crepuscular protagonista del reportaje era el rey nuestro, un tal Juan Carlos.


 Los motivos de los hélas, los mon dieu o los ça alors! de mis gabachos no eran por el caso Urdangarín, ni por los elefantes abatidos, ni por las Corinnas, ni por esas gaitas conocidas de que Juan Carlos es el heredero de Franco y juró los principios del Movimiento un día de dictadura.


Todo eso ya lo sabían los franceses, que saben más de nuestros delincuentes y de nuestros poetas que de los suyos. El motivo de la estupefacción de los franceses es cómo puede ser tan paleto, tan fascista o tan infantiloide nuestro príncipe Felipe como para mandar a unos guripas a evitar que una periodista francesa le preguntara sobre Urdangarín.


La reportera francesa le preguntó al príncipe si sabía algo de los negocios de Urdangarín.
Varios guardaespaldas, uno muy fuerte muy calvo y muy serio, rodearon inmediatamente a la reportera y la alejaron del príncipe un par de pares de metros. A empujones.

-Momment de panique -dice la reportera francesa en directo.


En dicho documental, que por su falta de interés no creo que jamás emita la televisión española, se ve a los guardaespaldas del príncipe apartar a lo lejos a la reportera, que protesta su secuestro diciendo que solo estaba haciendo una pregunta. El guardaespaldas muy fuerte muy calvo y muy serio le echa el aliento a la reportera francesa desde arriba. Discuten. Finalmente, el guardaespaldas muy fuerte muy calvo y muy serio, grita:


-La Constitución lo dice. No se le pueden hacer preguntas a los miembros de la Casa Real -o algo así.


-Eso no lo dice la Constitución -responde la reportera quizá con algo de razón.


Una de estas tres cosas es este príncipe, a la vista de los citados hechos: paleto, fascista o infantiloide. Paleto si se cree que por vetar aquí un documental de la televisión francesa no nos vamos a enterar en España. Fascista si está de acuerdo con el discutible hecho de que la Constitución impida a una periodista, aunque sea francesa, hacer una pregunta a su Alteza Real. O infantiloide si los guardaespaldas lo protegen para que no diga nada, haga nada, o piense nada que se pueda salir del recto escribir de nuestra impecable monarquía. Que el niño aun no ha cumplido los cincuenta años, y no se sabe manejar.


Mis amigos decían oh là là, y mon dieu, y ça alors, viendo cómo guardaespaldas impedían a una periodista hacerle una inocente pregunta a un triste príncipe. Quizá los franceses dicen muchas tonterías. Pero nosotros no decimos nada.







 Si no cumples, vas preso.







Esta pequeña perla de vídeo, parece que ha tenido bastante recorrido en el internet ruso. En el mismo, vemos a un Lukashenko en estado puro, pidiendo responsabilidades a toda esa cohorte de funcionarios ineptos que le rodea, por el estado ruinoso de una empresa maderera.

 Nadie se libra de la bronca, ni el ministro, ni el alcalde.

 Del director de la empresa mejor ni hablar...

Todos querrían estar muy lejos de allí.

Imagino que tampoco debe apetecer mucho asumir el nombramiento de nuevo director, de la mano de Lukashenko, con las palabras: "O sacas esto adelante, o vas preso..."


En Rusia, la mayoría de los comentarios de la gente son positivos y se podrían resumir en una frase: "Ya podríamos tener aquí un presidente así".


Puede que el compañero Maduro quiera tomar algunas notas sobre como su par bielorruso se maneja en estas situaciones.

Para la próxima vez que vaya a visitar una fábrica a la que se destinaron millones y cuando llegue se encuentre que no produce nada y el dinero se ha evaporado...





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