Conflictos mundiales * Blog La cordura emprende la batalla


lunes, 10 de diciembre de 2012

¿QUE PASARÁ EL VIERNES 21 DE DICIEMBRE DEL 2012?


Por Percy Taira


Quise tratar hace mucho tiempo el tema de la profecía de la cultura Maya del 2012, no tanto por la credibilidad o no de la profecía (que al fin de cuentas es una profecía y si hablamos de profecías deberíamos ver su credibilidad, por ende, deberíamos ver cuántas profecías de la cultura Maya se han cumplido a la fecha, y que sepa, no hay ninguna profecía cumplida que no tenga relación alguna con un fin del mundo o el 2012) sino quisiera tratar el efecto que esta profecía tiene y puede tener en sociedad.



Y es que a la fecha (por lo que tengo entendido el tema del 2012 comenzó a circular en los medios internacionales hace apenas tres años o cinco a lo mucho) las noticias sobre los terribles hechos que tendrían lugar ese viernes 21 de diciembre del 2012 no han dejado de salir publicadas en los medios de comunicación masivas e incluso, en algunos diarios impresos, han sido motivo de portadas.



De pronto una tormenta solar (con firma de la Agencia Espacial Norteamericana – NASA y varios científicos de renombre) acabará o tendrá un efecto sumamente destructivo en la Tierra, incluyendo por supuesto, satélites de comunicaciones, maremotos, terremotos, entre otros. También los cometas parecerán llovernos justo en esa fecha navideña del 2012; las crisis económicas parecen tener su tope máximo para ese día trágico; Jesús de Nazareth habría elegido para muchos, esa fecha también para su segunda llegada y sin en caso no es Jesús el que baje de los cielo pues para eso están los... extraterrestres que en esa fecha, al parecer, habrían elegido ese día para llegar (sabe dios si invadirnos, estudiarnos o crear con nosotros una nueva sociedad) a nuestro planeta.


Lo que preocupa en todo caso es que al parecer conforme pasan los días y estamos más próximos a ese 21 de diciembre del 2012 se está fabricando un discurso (cada cual con su tema por supuesto) de lo catastrófico que será el final del próximo año. Desde astrólogos, astrónomos, ufólogos, gente del new age, hasta científicos, ambientalistas, economistas y políticos, parece que cada cual tiene un motivo para preocuparse o tener terror en ese último mes del próximo año.



La verdad es que leer el texto de los Mayas con toda las matemáticas, historia, astrología, que eso implica, es sumamente complicado, tanto que todo lo que se sabe o se deja de saber de él, resulta ser aquello que los medios de comunicación difunden o callan, y en muchos casos, dependiendo del canal, medio de prensa, o informativo que veamos, las definiciones suelen ser sumamente contradictorias entre sí, tanto que un tema arqueológico por no decir histórico, termina siendo un tema de qué científico dijo tal o qué organización dijo tal cosa, es decir, un tema farandulero casi.



Lo que debería preocuparnos en todo caso, considero, es preguntarnos no qué pasará ese viernes 21 de diciembre del 2012, sino, qué pasará si no pasara nada.



Es preguntarnos qué pasaría si el Fin del Mundo nunca ocurre, si ese diciembre y las fechas posteriores no pasa nada espectacular que nos indique que ese Fin del Mundo o ese Cambio de Era está cerca.  
¿Seguiremos acaso (y digo en plural para decir El Hombre) actuando tal como veníamos actuando? 
¿Seguiremos tratando a los animales a punto de extinguirse, a la naturaleza dando sus últimos suspiros, a la Tierra rasgándole lo poco que tiene, de esa forma antinatural de tratarlas? ¿Continuarán las guerras, los conflictos sociales, políticos y económicos? ¿Continuará el hambre en África, las matanzas en las fronteras, las medicinas impagables?



Por eso creo que más que preguntarnos qué va a pasar ese diciembre del 2012 (porque teorías, presunciones, análisis de científicos, arqueólogos, estudiosos, exégetas, habrán muchos), creo que lo importante es no preguntarse qué ocurrirá con el hombre o con el planeta ese viernes 21 de diciembre del 2012, sino qué ocurrirá con el hombre después de ese 21 de diciembre del 2012 cuando no pase nada, cuando veamos que ese viernes será un día normal, común y corriente como el día de ayer, de hoy y probablemente el de mañana. ¿Acaso el hombre necesita verdaderamente una señal de amenaza para cambiar su comportamiento, su rumbo? ¿Acaso necesitamos una imagen destructiva para comenzar un nuevo mundo, para tener un cambio de era?



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